El profesor Gerson Volenski, cuando presenta su Magíster en Dirección de Personas y Organizaciones, entrega una amplia perspectiva acerca de los perfiles y motivaciones sobre las nuevas generaciones que se incorporan al mundo del trabajo, luego de su presentación, finaliza apiadándose de los jefes de personas, ante el abrumador desafío que les depara trabajar con estos nuevos trabajadores y trabajadoras.
Lo anterior a consecuencia de que las nuevas generaciones que han logrado su vida adulta en los años 2000, más conocidos como los millennials, poseen características particulares que para poder mantener fidelizados sus conocimientos y competencias al interior de las organizaciones (empresas), se han transformado en verdaderos crucigramas para los gestores de personas.
De acuerdo al INE ya en el 2015 un cuarto de la población chilena formaba parte de esta generación: 4,26 millones de personas. Se espera que para el 2050 los “millennials” representen el 19,30% de la población nacional. Sin dudas, serán una generación que impactará, influenciando con sus propios valores y estilos, al país que se construya en las próximas décadas. (Acevedo, 2013)
Sus características principales dicen relación con el hecho de ser consumidores impulsivos de tecnología, poseer un alto nivel educacional, apasionados viajeros y por tanto como derivada, pasajeros en las organizaciones, tienden a ser desconfiados e incrédulos tanto de organizaciones políticas como religiosas. No entienden a las empresas como lugar de desempeño de por vida, como lo entendían nuestros padres, sino más bien como un medio para la obtención de sus pretensiones.
A pesar de la desconfianza, supuestamente arraigada en este segmento etario, esta es una generación sumamente activa en política. El compromiso político es considerado efectivo para la resolución de los temas país. Se caracterizan por su espíritu inclusivo y la búsqueda de consensos. (Acevedo, 2013)
Otros estudios complementan el perfil generacional: generación del psicólogo de cabecera, depresiva incrédula, desideologizada, desconfiada que actúa conforme a lo que consideran sus particulares intereses, fanática del GYM, tolerante de las minorías sexuales, de nuevos cultos y religiones, protectora de animales y del medio ambiente.
Esta generación irrumpe en política sin los esquemas, fidelidades ni estereotipos conocidos lo que pudiese explicar el comportamiento de esas cuatrocientas mil personas que saltaron de votar en primera vuelta por una Beatriz Sanchez y en cuatro semanas fichar por la opción de Sebastián Piñera.
Millennials que ahora pasan a transformarse en un dolor de cabeza para el Jefe de Personas de Chile: Sebastián Piñera, quien deberá tratar de mantener fidelizada su adhesión y por otra parte, de pasada, desengañar a quienes creyeron o creen ser sus representantes o depositarios de su destino.
Referencias
Acevedo, C. S. (2013). Perfil de la Generación Chilena. Principales Variables Sociodemográficas y Conductuales. Seminario para optar al Título Profesional de Ingeniero Comercial Mención Administración. Universidad de Chile, 71.
José Hernán Romero Yanjarí
SeguirJosé Hernán Romero Yanjarí
Coach Organizacional Certificado. Jefe Dpto. Personas y Desarrollo M